En pleno centro de la ciudad de Córdoba, se esconde el monasterio de las hermanas Carmelitas Descalzas, entre edificios, calles y el ruido de los autos y colectivos. Por primera vez, una cámara de televisión se adentró en los históricos muros. En Seguimos en El Doce, curiosidades de la vida de las hermanas de clausura en ese lugar histórico.
La guía turística, Kuki Peralta, explicó que el convento abrió sus puertas en 1628 y que hoy continúa con sus características de clausura pero más flexibilizado. Se trata de monjas contemplativas que dedican su vida a la oración.
+VIDEO: Una recorrida por el monasterio de las monjas de clausura
Las hermanas abrieron las puertas de su casa y mostraron el patrimonio cultural e histórico de la ciudad. El monasterio en sus inicios fue el solar de la casa de Los Tejeda, una de las familias patricias de Córdoba.
Una recorrida por el locutorio, los jardines, las piezas, la cocina, las capillas y la biblioteca gigante que tienen las hermanas. “Dejarlos entrar a ustedes es muy excepcional. Somos conscientes que este patrimonio le pertenece a la ciudad, por eso la comunidad cedió en comodato el patio del museo Tejeda para que la gente tuviera acceso”, contó la hermana María Elena Pirola.
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La vida de las hermanas y la atención
Actualmente son 9 hermanas las que viven en ese lugar. Una sola es cordobesa y confesó que es hincha de Talleres.
Constantemente reciben a personas que necesitan ayuda, un consejo o simplemente ser escuchadas. Sin embargo, la pandemia complicó las visitas y ahora lo hacen a través del buzón donde reciben las intenciones.
Si bien no se puede ingresar al monasterio, se puede visitar el Muso de Arte Religioso Luis de Tejeda e ir la Iglesia. Si bien las monjas tienen un régimen de clausura aclaran que sí tienen contacto directo con las personas que se acercan y que “la clausura no es un fin en sí mismo sino un medio para alcanzar la unión con Dios”.