El caso es pavoroso. Una joven con retraso mental moderado fue víctima desde niña de reiteradas violaciones favorecidas por su madre, quien la ofreció a su pareja, al hermano de su novio y a un vecino para que abusaran de ella. Los cuatro fueron condenados y ahora se espera un nuevo juicio contra el padre biológico y dos tíos maternos, quienes también la violaron.
La Cámara Segunda del Crimen de Córdoba condenó a 15 años de prisión a María Eva Blangino (44), madre de la joven de 20 años que sufrió abusos desde niña, favorecidos por su progenitora. La decisión fue tomada por el Tribunal presidido por Inés Lucero; la fiscal de cámara fue Laura Battistelli. La víctima tuvo representación plena del abogado Eduardo Caeiro.
En el marco del mismo juicio abreviado que culminó el martes pasado también fueron condenados la pareja de la mujer, Sergio Villalba (27), a nueve años de prisión; su hermano Rubén Darío Villalba (32), a 11 años de cárcel; y Nilo Villa Ramos (62), un vecino de Colonia Vicente Agüero, a cuatro años de prisión efectiva.
Blangino reconoció que se aprovechó de la condición de discapacidad de su hija y que la sometió a la prostitución, incluso desde su niñez, cuando la ofrecía a cambio de dinero a peones que llegaban transitoriamente a la localidad. En cambio, los tres hombres condenados no admitieron los hechos que ocurrieron en 2019.
Un infierno
“La víctima tiene un retraso mental moderado que le impide poder defenderse frente a actos que vulneran su sexualidad. Tampoco tiene autodeterminación, ni autogestión. Ella sabe lo que es bueno, lo que es malo, pero no tiene dimensión de las cosas. En muchos aspectos es una criatura que tiene entre 8 y 10 años en un físico de una joven de 20”, explicó la fiscal Laura Battistelli.
A sus 13 años, la víctima sufrió una violación por parte de un tío político, o sea el hombre casado con la hermana de la madre de la chica. El violador fue condenado a fines de 2014.
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La Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) advirtió que la niña era vulnerable en ese núcleo familiar y la puso al cuidado de una familia guardadora hasta que cumplió los 18 años. Durante esos cinco años su madre biológica la llamó solo una vez por teléfono.
Al cumplir la mayoría de edad, la joven no tenía ninguna curatela y solicitó volver a su hogar. Para ese entonces, en el año 2019, su familia se había dividido y la situación con su papá también se había modificado: el hombre por fin la había reconocido como hija y vivía junto a otros tres hermanos, pero ya sin su madre que se había mudado a un lugar cercano junto a su nueva pareja.
Se aprovechaban de ella
La mujer se prostituía y se aprovechó de la condición de discapacidad de su hija para ofrecerla a otros hombres del pueblo a cambio de dinero. “La madre la buscaba todos los días para ofrecérsela a su novio y luego a al hermano de su pareja, que vivía con ellos”, confirmó la fiscal.
El padre biológico de la joven y los hermanos de la mujer la denunciaron y comenzó la investigación. Los tres acusados quedaron detenidos y, tras el juicio abreviado, fueron condenados junto a Nilo Villa Ramos, un vecino de la localidad que pagó para abusar (sin acceso carnal) a la chica.
Durante la investigación se pudo establecer que la víctima fue ofrecida por su mamá cuando era niña y abusada por “peones golondrinas” que llegaban a trabajar a la zona de Colonia Vicente Agüero, muchos cuales eran clientes de la mujer.
Se repitió la historia
Tras la detención de la madre y de los tres hombres hoy condenados, la víctima quedó a cargo de su padre biológico y de los tíos maternos, quienes habían denunciado a la mujer por ofrecer sexualmente a su hija con fines económicos.
Mientras se desarrollaba la investigación por aquellos hechos, uno de los tíos acompañaba siempre a la víctima a las pericias solicitadas por la fiscalía y acusaba a su hermana: “Ella prostituía a mi sobrina”. Incluso el padre de la chica había dicho a El Doce que su hija estaba embarazada de dos meses, lo cual fue negado por el abogado Eduardo Caeiro.
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Pero a los pocos meses estos tres hombres repitieron los aberrantes abusos a los que fue sometida desde pequeña. Fueron denunciados y permanecen detenidos a la espera del juicio que se desarrollará pronto en la Cámara Tercera de Tribunales ll de Córdoba Capital.
“Todas las personas que querían cuidar a la joven, en realidad querían servirse de ella. La cuestión de tenerla no era para protegerla”, dijo la fiscal Battistelli, conmovida con el caso.
Hoy
La joven víctima de esta historia de horror por estos días está al cuidado de su hermano mayor de 26 años, según ordenó el juez de competencia múltiple de Jesús María, Luis Belitzky, quien se comprometió a seguir personalmente su situación.
Sin embargo, hace 15 días fue encontrada en Alta Gracia junto a un hombre que había conocido por Facebook. Estuvo alojada dos semanas en dependencias del Polo de la Mujer y en las últimas horas retornó a su hogar en Colonia Vicente Agüero. Vive en una situación de pobreza junto a sus hermanos y su condición sigue siendo muy vulnerable.
“La comunidad la rechaza porque en el pueblo dicen que todas las personas que están cerca de ella terminan presas, cuando deberían decir que todas las personas que están cerca de ella la abusan y por eso terminan presas”, consideró la fiscal.
