Una verdadera historia de servicio y empatía tuvo lugar en Córdoba cuando una policía, operadora del servicio de emergencias, asistió a una madre que contemplaba con deseperación cómo su bebé se ahogaba con leche y saliva. Con delicadeza y comprensión, la oficial fue guiando a la mujer hasta que la criatura estuvo finalmente a salvo.
"La bebé se me puso morada. Me fui a buscar un remis y, mientras esperaba, del 911 me iban indicando qué hacer. Yo iba al pie de la letra de lo que me decían", reveló Andrea Sartori, desde su casa en barrio Las Playas, en diálogo con Telenoche.
También relató que un taxista se negó a llevarla al hospital, a pesar de sus súplicas desesperadas. "Me dijo que lo disculpara, pero que tenía que terminar otro viaje", recordó.
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Afortunadamente, la pequeña de pocas semanas de días pudo recuperar la respiración, gracias a las indicaciones de Gloria Farías Ordoñez, la agente que atendió el llamado de emergencia.
"Fue una experiencia única. Yo soy mamá también y me puse en la situación de esta mamá, de la desesperación que tenía. Lo primero que hice fue contenerla para calmarla y empezar la reanimación", dijo, y agregó que recibió la colaboración de una paramédica.
Luego, hizo hincapié en la emoción que le generó el momento de la llamada en el que Sartori le dijo que la bebé estaba recuperando su color y respiración normales. "Fue como si hubiera vuelto a la vida", sentenció.
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