Pablo y Karen viven en Río Tercero y tienen un corazón enorme. El jueves pasado, ella volvió de África, acompañada de Frey, el nuevo integrante de la familia.
Se trata de un niño africano, que vivía en un orfanato en Guinea Bisáu y ahora tiene un hogar en Córdoba. Ocurre que en 2017, la pareja había viajado a a buscar a Viktoriia a su país natal, Ucrania.
Karen tiene tres hijos biológicos y Pablo, uno. Y ahora son papás de Frey y Viktoriia, a quienes acogen en su casa de una manera muy especial.
“No hay nada ni muy circunstancial ni muy dramático en el fondo, no es una decisión heroica.", dijo Pablo al móvil de Arriba Córdoba, en el living de su casa, a donde lo acompañaban los niños adoptados y su hijo más chico.
Sin dudas su primera respuesta provoca más admiración y ganas de destacar lo que hacen. Y sus palabras emocionan.
"Uno dice, si uno puede hacer cosas por otros que no son seres humanos, tenemos la casa la casa llena de perros y gatos, como no brindarle a una persona que tiene una necesidad. Había lugar en la casa, siempre hay lugar", reflexionó.
Adopción
Además, la pareja plantea que el actual sistema de adopción de nuestro país empuja a muchas personas a buscar niños en el exterior. Ellos directamente no lo intentaron, porque estaban convencidos de que nunca le darían curso a su pedido.
"Hay gente que ha estado como 5, 8 años esperando una adopción, en lista de espera. Sabemos que nunca llega.Sabemos que es una carrera de obstáculos", concluyó Pablo.