Sin respetar los procedimientos sanitarios y el aislamiento obligatorio, un empresario tandilense intentó ingresar al barrio privado Sierras del Tandil con su empleada doméstica escondida en el baúl de su auto.
Pero el engaño no prosperó y Gustavo Cardinale fue detenido en su domicilio, por incumplir la normativa vigente de aislamiento social preventivo.
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El hombre se aprovechó de que el sistema de seguridad del barrio cerrado sólo revisa los autos de las visitas e intentó ingresar a su empleada para que cumpliera con el servicio doméstico en plena cuarentena.
Lo que Cardinale no tuvo en cuenta es que los vecinos del country, en cuarentena, estaban mirando todo, por lo que lo denunciaron a la policía.
Al llegar la policía a su vivienda, negó haber metido a la mujer en el baúl y dijo que iba en el asiento trasero y la seguridad del barrio no le dijo nada.
El hombre no fue detenido pero según la ley, se le podría aplicar el artículo 205 del Código Penal: "Será reprimido con prisión de 6 meses a 2 años el que violare las medidas adoptadas por la autoridad competente para impedir la introducción o propagación de una epidemia".