El jueves alrededor de las 10, Daniel Casermeiro salió de su consultorio imprevistamente y subió a su auto BMW junto a Gerardo Gette. Tenían una relación cercana: hacían negocios juntos. Partieron desde San Francisco rumbo a Estación Luxardo. Horas más tarde, el sospechoso volvió a buscar la camioneta que había dejado estacionada a metros del hospital donde trabajaba el ginecólogo.
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El fiscal Bernardo Alberione sospecha que Gette mató al médico ese mismo jueves en el maizal donde fue encontrado el cuerpo. Según le reveló a El Doce, el asesino le pegó un tiro en la nuca y sacó un bolso con dinero que estaba dentro del habitáculo del auto (se cree que nunca supo de los ocho millones que había en el baúl).
Movió el auto de lugar. Luego se fue caminando, abandonando el cadáver y el vehículo. En ese trayecto, tiró la pistola calibre 22 con la que habría cometido el hecho: la herida coincide con esa arma. Subió a su camioneta con un bolso, que luego fue secuestrado en un allanamiento en su casa. Gette se encuentra imputado bajo la carátula de "homicidio calificado agravado por alevosía".
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Las pistas que fueron claves para detenerlo
Aunque Gette negó haber estado con el ginecólogo durante el día de la desaparición, las cámaras de seguridad captaron a Gette llegando a las inmediaciones del hospital con su camioneta y retirándose en el auto junto a Casermeiro.
El detenido también afirmó que no había estado en la zona donde apareció el cadáver, pero se comprobó, a través de la señal de su teléfono celular, que estuvo en el lugar del crimen ese día.
La relación que existía entre ambos
Gette y Casermeiro se conocían desde hace varios años. En el pasado, hubo una diferencia económica entre ambos que terminó en un conflicto judicial. Igualmente, con el paso del tiempo, ambos limaron los problemas que existían y volvieron a reencontrarse, hasta incluso llegar a un cierto nivel de amistad.