Graciela Sosa es la madre de Fernando Báez Sosa, el joven al que un grupo de rugbiers atacó y mató a golpes a la salida de un boliche de Villa Gesell. Llorando desconsoladamente, pidió justicia por su hijo durante el velatorio.
"Tienen que pagar por lo que hicieron, se me fue la vida, estoy muerta", reclamó en declaraciones a la prensa, en medio del llanto.
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Graciela dijo: "La última vez que tuve contacto con él fue por mensaje. Le pregunté cómo estaba, y me respondió que se encontraba muy bien. Luego me dijo: 'Mami, te quiero'. Esa fue la última vez que me contacté con él".
En tanto, el padre dijo que no tiene palabras para describir lo que siente: "Me duele no haber estado ahí para ayudar a mi hijo, al que golpearon y dejaron tirado en la calle".
Además, aseguró que todavía no logró ver el video registrado por cámaras de seguridad sobre la golpiza mortal que le dieron a su hijo. "Intenté verlas pero no pude", afirmó.
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El crimen de Fernando ocurrió el sábado, alrededor de las 4.50, a la salida del boliche "Le Brique", en la avenida 3 y Paseo 102, en pleno centro de Villa Gesell. Allí el joven de 18 años, estudiante de Derecho, fue atacado a golpes de puño y a patadas por un grupo de rugbiers.
Por el hecho, 10 jugadores de un club de Zárate fueron detenidos en la casa que habían alquilado para pasar sus vacaciones. El otro sospechoso fue localizado más tarde en esa ciudad del norte de la provincia de Buenos Aires.