Una zapatilla con sangre es la pista clave para dar con el rugbier que golpeó por última vez y determinó la muerte de Fernando Báez Sosa a la salida del boliche de Villa Gesell. El calzado se encontraba en la casa de los acusados, y cuando la Policía preguntó de quién pertenecía, fue el momento de la falsa acusación a Pablo Ventura.
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La trama en la planta de la zapatilla era la misma que en la cara de la víctima. Tanto la Policía Científica como Walter Mercuri, fiscal de la causa, concluyeron lo mismo al ver las fotos. Además, no había otra zapatilla ensangrentada en la casa, por lo que fue el único ejemplar incautado.
Este descubrimiento se convirtió en una pericia fundamental. La semana que viene se llevará a cabo la prueba de scopometría, la cual intentará comprobar de manera concreta quién de los acusados fue el autor material del asesinato de Báez Sosa.
Por el momento, Ciro Pertossi y Máximo Thomsen son los principales sospechosos en el caso, aunque éste último es el más complicado. El video de los momentos finales del crimen muestra al ex jugador del CASI y sus zapatillas son curiosamente similares a las encontradas con manchas de sangre.
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