El domingo por la noche, Ludmila Pretti (14) fue hallada muerta en una casa de la localidad bonaerense de Francisco Álvarez, partido de Moreno (Buenos Aires). Su cuerpo apareció semidesnudo debajo de una cama, tapado con dos colchones. El informe preliminar de la autopsia determinó que fue ahorcada. Sin embargo, investigadores creen que intentaron abusarla, se defendió y fue estrangulada.
El lunes por la noche, Cristian Jerez (19) quedó detenido acusado del femicidio después de 48 horas prófugo. Fue arrestado a 15 cuadras de su casa. Se había escondido en un arroyo cuando la policía bonaerense lo cercó para capturarlo.
Estaba mojado, frío y sucio cuando salió del agua. "¡Me entrego, por favor no me maten!", gritó al momento en que los efectivos intentaban colocarle las esposas en sus manos. En ningún momento afirmó su culpa, pero tampoco negó el asesinato.
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De acuerdo a lo que informaron medios nacionales, Jerez logró ser rastreado por su teléfono celular. A pesar de haber cambiado el chip, nada de esa maniobra impidió que las fuerzas de seguridad lo ubicaran. Ahora será indagado por el fiscal Federico Soñora, quien busca determinar si Ludmila Pretti fue violada.
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