Los cuerpos de las hermanas Sara (39) y Esther (41) Castro “estaban íntegros” cuando los sacaron de un viejo aljibe a más de 50 metros de profundidad ubicado en el patio de la casa del horror, en Oscar Cabalén al 6.500 de barrio Autódromo.
Esteban (24) e Ismael (21) Castro confesaron el doble crimen el primer fin de semana de octubre y desde entonces se encuentran detenidos. Ambos son hijos de Esther y sobrinos de Sara. Luego de matarlas a golpes, se deshicieron de los cadáveres arrojándolos al pozo de agua. Quedaron imputados por homicidio agravado por el vínculo y homicidio simple en concurso real.
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Pero no fueron los únicos partícipes del macabro hecho. Una adolescente de 17 años también quedó arrestada por encubrimiento. Se trata de la hija de Sara, quien era investigada por ayudar a sus primos a liberarse de los cuerpos de las mujeres asesinadas. Sin embargo, el avance de la causa agravó su situación judicial.
La fiscal del cuarto turno de Violencia Familiar, Andrea Martín, confirmó a ElDoce.tv que cambió la calificación legal de la joven: también está imputada como coautora de ambos homicidios (agravado por el vínculo, en el caso de su madre, y homicidio simple por el asesinato de su tía).
La causa sigue bajo estricto secreto de sumario. “Estamos aguardando los dictámenes de las pericias psiquiátricas de los imputados”, detalló la fiscal Martín a este medio. Esos peritajes serán claves para determinar si Esteban, Ismael y su prima comprendían la criminalidad de sus actos. Eso permitirá definir si son o no imputables.
Un tío los denunció
El fin de semana en que se conoció la escalofriante historia, los acusados del crimen fueron vistos caminando con bolsos y aspecto desprolijo por las Altas Cumbres. Estaban los hermanos Ismael y Esteban, la adolescente de 17 años y otros menores de 12, 6 y 1 año.
Cuando fueron interceptados por Policía Caminera, aseguraron que se estaban yendo de “vacaciones a Mina Clavero”. Inmediatamente fueron trasladados a la comisaría de Icho Cruz para su resguardo. Luego un tío los retiró y llevó hasta barrio Autódromo.
El hombre estaba preocupado porque ni Esther ni Sara estaban en la casa. Quedó paralizado cuando sus sobrinos confesaron lo que había pasado: asesinaron a su mamá y tía.
Sin dudarlo, se dirigió a la Unidad Judicial 3 y denunció a los jóvenes, quienes no se resistieron cuando las fuerzas de seguridad irrumpieron en su casa.
Según se presume, el crimen de las hermanas ocurrió el fin de semana anterior. Llevaban varios días desaparecidas y luego de un arduo operativo en la vivienda, encabezado por policías, bomberos y personal del Departamento Unidades de Alto Riesgo (Duar) hallaron los cuerpos en el pozo de agua.
Complejo entramado familiar
La fiscalía de Violencia Familiar investiga presuntos abusos sexuales intrafamiliares. En la casa de barrio Autódromo también vivía Facundo Armando Castro, el padre de Esther y Sara, quien falleció hace ocho meses. El hombre estaba casado con una mujer entrerriana a quien conoció en Buenos Aires. Vivían en la localidad de Deán Funes y luego de enviudar se mudó con sus hijos a Córdoba Capital.
Una sobrina denunció en Arriba Córdoba que el horror comenzó en el norte provincial hace 20 años. Según contó, fue la hermana de su tío Armando quien realizó la primera denuncia porque “los chicos no iban al colegio”. “Ahí se rompe el vínculo con la familia”, detalló.
El espanto llegó después cuando se enteraron que “Esther estaba embarazada”. “Las chicas no tenían novios, no salían”, subrayó. Comenzaron las sospechas por abuso sexual intrafamiliar. Esa fue la segunda denuncia contra Don Castro. “Ahí el vínculo se rompió por completo”, aseguró la mujer en Arriba Córdoba.
Y agregó en referencia a la sorpresa por el embarazo de Esther: “Eran unas niñas que estaban encerradas todo el tiempo, no tenían vida social. Cuando Esther sale embarazada era imposible. La hermana de Armando interviene. Las sospechas comenzaron ahí y más cuando la mamá pidió que cuidaran a las hijas antes de morir”. “Él no dejaba que se acercaran a la familia”, relató.
Aún se desconoce si Ismael y Esteban son hijos de su abuelo como consecuencia de los supuestos y reiterados abusos sexuales.