No pasaron ni tres meses del crimen de Blas Correas y Córdoba ya lamenta otro caso de gatillo fácil. En Paso Viejo, localidad ubicada a 180 kilómetros de Córdoba capital, cinco policías atacaron a balazos a un grupo de jóvenes y mataron a uno de ellos: Joaquín Paredes, de apenas 15 años, recibió un tiro por la espalda y murió a los pocos minutos.
Desde temprano, un equipo de El Doce mostró el dolor de su familia. Soledad, la madre, apenas pudo hablar para reclamar justicia: "La vida de mi hijo no me la van a devolver. Que paguen estos policías que lo mataron, me arrebataron a mi hijo. Le pegaron un tiro por la espalda".
"No es un perro, no son chanchos, dicen que los policías tiraron como 40 tiros", lamentó el padre de Joaquín.
El padre, que estaba en Córdoba en el momento del crimen, contó qué estaban haciendo Joaquín y sus amigos y relató la abusiva reacción policial: "Estaban comiendo un asado y volvían para la casa a las 4 de la mañana. Se cruzaron estos de los móviles, no sé qué les pasó por la cabeza".
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"El médico nos dijo que le sacaron una bala 9 milímetros. Le entró por la espalda y le quedó en el pecho", afirmó Cristian Paredes. "No es un perro, no son chanchos, dicen que los policías tiraron como 40 tiros", añadió.
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Dolor en primera persona
Esteban, el abuelo y quien era como un padre para Joaquín, es un agente retirado de la Policía. Por eso, su conmoción es aún mayor. "Mis colegas mataron a mi nieto. Pensé que eran balas de goma, que estaba golpeado nomás. Pero después encontraron cuatro cápsulas de 9 milímetros", dijo entre lágrimas.
"Al policía Alvarado le presté el cinturón y una cartuchera para que rindiera", dijo el abuelo de Joaquín.
"A las 4 de la mañana me despertó la balacera. Los chicos estaban tomando vino. Nunca estuvieron armados. Parecía una guerra por los tiros", describió, y compartió un recuerdo escalofriante: él mismo le prestó elementos para rendir e ingresar a la fuerza a uno de los policías detenidos por el asesinato.
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"Conozco a Luna y Alvarado. A Alvarado le presté el cinturón y una cartuchera para que rindiera", señaló, a inclusive contó que la nieta estaba por rendir para entrar a la Policía.