El 21 de marzo se termina el verano, comienza el otoño y el cambio de temperatura genera mucho malestar en las personas. Es común que durante esta época el famoso “virus de la gripe” comience a deambular.
Durante esta estación, donde las hojas caen y sentir el crujir cuando se camina sobre ellas es una sensación espectacular que nos da mucho placer, las infecciones respiratorias son muchas y el resfrío ocupa el primer lugar.
La enfermedad más común es el resfrío pero como consecuencia de no estar bien curado se dan otros malestares muy comunes. Conocé cuáles son así podés tomar recaudos y prevenirlas.
Resfriado: la nariz se pone colorada, se paspa y se tapona. La persona estornuda con frecuencia y con ello viene el dolor de garganta. A veces suele ir acompañado de fiebre. Se aconseja curarlo con tiempo antes de provocar otras infecciones, como otitis o sinusitis.
Sinusitis: la “querida hermana” del resfrío. Los síntomas son dolores de cabeza o de dientes y hasta de oídos. Es común que haya secreciones amarillentas o verdosas por la nariz.
Rinitis alérgica: similar al resfrío por los síntomas. La persona enferma comienza a estornudar, tiene muchos mocos, y esto suele ir acompañado por picores de garganta, en la nariz y en los ojos. Es necesario realizarse un test de alergia.
Gripe: se presenta una fuerte fiebre, escalofríos, cansancio repentino y dolores musculares. También suele haber tos y dolores de cabeza. Dura aproximadamente una semana. Se recomienda consultar al médico inmediatamente antes de automedicarse.
Tos: puede ser seca o irritativa. Muchas veces suele ser constante, sin secreción y causa dolor de garganta. Para ello vienen jarabes antitusivos y expectorantes, dependiendo el tipo de tos. Es recomendable beber abundante agua, lo que permite fluidificar las secreciones.