Los cuatro amigos de Valentino Blas Correas que iban con el joven la noche que lo asesinó la Policía revivieron la secuencia de la madrugada fatal. Dos de ellos hablaron este viernes ante la Justicia y expusieron los traumas que afrontaron después de la fatídica madrugada del 6 de agosto de 2020.
Todos circulaban en un Fiat Argo blanco. Al pasar por un retén policial en avenida Vélez Sarsfield, frente al complejo Pablo Pizzurno, dos uniformados abrieron fuego contra el vehículo provocando la muerte del adolescente de 17 años.
"No solo perdí un amigo, perdí a mi anterior yo", expresó de manera contundente Cristóbal Bocco Cámara. El joven iba en el asiento trasero, a la izquierda de Blas, cuando quedaron en medio de los tiros.
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Al cerrar la sexta jornada del juicio desarrollado con jurados populares, reconoció que extraña a Blas "todos los días" de su vida. Cristóbal hoy tiene 19 años y estudia abogacia. En el proceso participa como querellante.
El joven estaba sentado justo detrás del conductor, Juan Cruz Camerano Echavarría, cuando les dispararon. Un balazo le perforó el buzo y de milagro no se convirtió en otra víctima fatal.
Bocco Cámara fue uno de los primeros en ver a los uniformados desenfundar sus armas. Señaló que uno de los policías apuntó directamente hacia el auto. Repasó la secuencia apoyado en el video que mostró el momento de los disparos del cabo primero Lucas Gómez, uno de los 13 policías acusados.
"Grité 'agáchense' y sentí un soplido. No me quedaban dudas de que eran balas", rememoró. Agregó que de inmediato, Blas le alertó: "'Kito: me dispararon'".
El joven explicó que con Mateo Natali se bajaron cerca de Plaza de las Américas para ir a un puesto de choripán donde los aguardaban otros amigos (Josefina e Ignacio). "Nos bajamos por varios motivos: por miedo; para buscar ayuda, porque pedirle ayuda a la Policía que nos acababa de disparar era ilógico; y para avisarle a los otros chicos que nos esperaban", detalló.
Consecuencias de una noche de terror
Por el lamentable episodio de agosto de 2020, Cristóbal contó que sufre ataques de pánico, dolores en el pecho, presión alta y hasta sangrado de nariz. Precisó que por este cuadro traumático toma ansiolíticos y somníferos, y que decidió no aceptar antidepresivos porque consideró que lo "iban a hundir más".
"No podía salir de casa, tenía mucho miedo", expresó el chico ante la mirada de los policías imputados. "Me cuesta horrores dormir, nunca puedo pasar una noche entera durmiendo", añadió. Por otra parte, admitió que luego del crimen surgieron los temores frente a los controles policiales.
Bocco Cámara además se refirió a los comentarios que tuvo que leer en redes sociales. "He llegado a ver cosas muy crudas y graves", aseveró. "Tengo que soportar y ver cosas que no hice. Nunca delinquí, no robé, no maté a nadie", resaltó al hablar de una foto de Halloween que generó reacciones desafortunadas en Instagram.
Relato del "miedo"
Mateo Natali también iba en el asiento trasero del Fiat Arg, pero a la derecha de Blas. Con 19 años, en la audiencia de este viernes sintetizó lo que sintió ese 6 de agosto de 2020: "Miedo".
Natali recordó el entredicho que tuvieron antes de la balacera con un motociclista que terminó rompiendo un espejo retrovisor del Argo. "Pensé que nos querían robar", advirtió el testigo sobre el incidente registrado en avenida Vélez Sarsfield a pocas cuadras de la rotonda de barrio Las Flores.
Dijo que estaban "debatiendo" qué hacer con el daño del espejo cuando los sorprendió el control policial donde les dispararon. Describió que en el vehículo hubo una "mezcla de llantos y gritos". En esas circunstancias, Blas le advirtió que estaba herido.
El joven confesó que recién en Plaza de las Américas descubrió que les habían arrojado balazos y no piedras. Natali señaló que luego se bajó del auto para ir a encontrarse con otro amigo en un puesto de choripán y a las 3 de la mañana supo que Blas estaba muerto.
Mateo deslizó que en principio pensó que podían haber sido disparados con balas de goma, pero cuando se enteró de la muerte de su amigo comprendió que eran "balas verdaderas".
Emocionado
Natali se mostró emocionado al recordar a "Hueso", como llamaban a Blas. "Esto me cambió la vida en un cien por ciento. Es muy difícil, al principio estuve muy mal. Me perdí mi egreso, mi cumpleaños". Dijo que con Blas comían asados e iban a ver a Belgrano juntos. "Ir a estos lugares y ver que ya no está te mata", afirmó.
El joven declaró que en la Central de Policía recibió "maltratos" cuando le pintaron los dedos en la mañana del 6 de agosto. "Me apretaron los dedos, me decían quedate quieto pendejo y hacían bromas", reveló Natali.
Más testimonios claves
Los testigos continuarán brindando sus testimonios en el juicio el próximo martes. En la oportunidad serán escuchados el conductor del auto, Juan Cruz Camerano Echavarría, y Camila Toci, la chica que iba como acompañante en el asiento delantero.
Antes de estos dos amigos de Blas le darán la palabra a Wanda Esquivel, la agente que confesó haber plantado el arma para encubrir el homicidio. Se espera que la imputada intente contrarrestar la acusación que formuló este viernes el cabo primero Javier Alarcón, quien sostuvo que la mujer le pidió el revólver que terminó arrojado en la escena del crimen.
Posteriormente declarará el hermano y los abuelos de Blas Correas, estos en el marco de la acción civil promovida tras el crimen de hace más de dos años.