Luego de tantas idas y vueltas, pudo declarar ante la Justicia en Mendoza el doble femicida que había asesinado a su madre y su tía en el año 2019. El israelí Gil Pereg, conocido como "el hombre gato", rompió el silencio desde su detención y dejó varias declaraciones importantes que ayudarán a los jurados a dar su veredicto final.
Lejos de lo que le ocurrió en su presentación pasada, el hombre habló durante horas y mencionó varios temas. Desde que sus familiares siguen con vida, hasta contar cómo hizo para convertirse en el "hombre gato". Según los medios locales, Gil Pereg respondió de pie y con dificultad las preguntas de los fiscales.
El nacido en Israel declaró muy seguro y convencido: "Yo veo a mi madre que me habla en la cabeza. Me dice que está secuestrada en un lugar oscuro. Que mi vieja está muerta es mentira". Y luego agregó: "No vi una foto, no vi nada. No sé dónde están. La Policía y la Fiscalía ocultaron los cuerpos en mi terreno”.
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El hombre mantuvo esa postura a lo largo de toda su presentación y culpó a los oficiales de "plantarle" los cuerpos. "Yo siempre he querido a mi madre y a mis hijos (sus gatos). Jamás podría hacerles algo. Pero armaron allanamientos en mi predio y no encontraron nada; y después aparecieron estos cuerpos el sábado, que no sé de quiénes son, porque no los vi”, aseguró.
El sujeto está acusado por el asesinato de su madre, Pyrhia Saroussy, y su tía, Lily Pereg, ambas encontradas sin vida en Guaymallén y en consecuencia afirmó: "Mi madre y mi tía siguen vivas". Los fiscales hicieron hincapié en ese tema y el hombre añadió: "Me dice que tengo que salvarla, y yo le digo que no puedo porque estoy encerrado".
Luego reveló el por qué de su estilo de vida tan extraño y las distintas experiencias de vida que tuvo que lo hicieron recapacitar sobre la vida. "He vivido en una burbuja cerrada. Yo comprendí al abrir los ojos. Después de que los abrí en la universidad fui al ejército, vi lo malo que hacen y no pude aguantar la presión por las cosas que hacen ahí. Después de eso estuve ocho meses encerrado en la habitación de la casa”.
Además, reveló cómo fue que empezó a actuar como un gato: "Andaba desnudo en la calle y comía alimento en el piso. Entonces, mi madre me dijo que me fuera a vivir a otro lado y que ella me mandaría plata”. Al mismo tiempo, su psicóloga detalló ante los jueces que Gil Pereg padece de parafrenia, un trastorno delirante crónico e irreversible que consiste en un delirio generalizado.
Este miércoles, es la fecha fijada para el veredicto y los doce jurados deberán decidir si Pereg es inimputable debido a su condición mental o puede ser condenado efectivamente.