Un testimonio comprometió a los policías que originaron la secuencia fatal para Valentino Blas Correas. En el noveno día del juicio que se le sigue a 13 policías por el crimen del adolescente de 17 años declaró Jorge Bazán, el motociclista que tuvo un altercado con la víctima y sus amigos minutos antes de ser tiroteados por efectivos policiales.
Bazán manejaba la moto entre los últimos minutos del 5 de agosto y los primeros del 6 de agosto de 2020. Este jueves, sentado como testigo en Tribunales II, fue tajante al negar que haya denunciado a los chicos que se conducían en el Fiat Argo por un supuesto intento de robo.
El motociclista también descartó que hubiera golpeado y destruido el espejo retrovisor del auto. "En ningún momento le metí una patada", sostuvo. De este modo, desmintió la versión brindada por los policías Leandro Quevedo y Ezequiel Vélez.
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Según explicó ante la Cámara Octava del Crimen, el "problema" con los ocupantes del Argo se trató de una discusión por una maniobra de tránsito. El entredicho ocurrió a la altura de avenida Armada Argentina y Vélez Sarsfield, en proximidades de la rotonda de barrio Las Flores.
Admitió que luego del incidente se dirigieron hasta un control ubicado en Vélez Sarsfield, en dirección hacia Circunvalación. Sobre la conversación con los efectivos policiales en ese lugar, respondió: "Les dije que había tenido un problema con el auto, que no sabía si los chicos iban borrachos o qué les había pasado". Agregó que le hicieron señalar cuál era el vehículo y en ese instante observaron que el Fiat giraba en 'U' para seguir por Vélez Sarsfield para el lado del centro.
Dos policías en la mira
Quevedo y Vélez, los policías que recibieron el aviso de los motociclistas están acusados por encubrimiento. En la declaración de este jueves, Bazán remarcó que "en ningún momento" les dijo que le hubieran querido robar, como expusieron los efectivos en el comienzo de la investigación.
Cuando le preguntaron los motivos para ir a alertar a los uniformados de la discusión de tránsito, argumentó: "Tengo en claro que si yo voy arriba de dos ruedas y otro va sobre cuatro ruedas, yo tengo las piernas descubiertas, no tengo la misma seguridad que un auto. Me hubiese pasado a mi o a otra persona". Y completó: "Me detuve en el control porque preferí avisar antes que le pase a otro lo mismo que a mí".
Por otra parte, Bazán advirtió que después de conocer el asesinato de Blas se presentó en una Unidad Judicial para notificar que él era el motociclista que estaban buscando para declarar pero no lo atendieron. "No me dieron bolilla y me dejaron ir. Había ido hasta con la moto", señaló.
El comienzo de la tragedia
Luego de conversar con los motociclistas, el cabo Quevedo y el oficial ayudante Vélez transmitieron por frecuencia radial de la Policía la presencia de seis sospechosos escapando en un Fiat Argo.
Cuando el vehículo pasó por el retén instalado en Vélez Sarsfield y Romagosa, frente al complejo Pablo Pizzurno, dos uniformados (Lucas Gómez y Javier Alarcón) abrieron fuego contra el auto. Uno de los balazos acabó con la vida de Blas después de agonizar varios minutos en la esquina de Chacabuco y Corrientes, donde otro grupo de policías interceptó el vehículo.