Noemí Gómez (31) fue brutalmente asaltada cuando caminaba hablando por celular por la vereda en la localidad porteña de Glew. Pasó por delante del delincuente, quien de un impulso la agarró de la cintura y en medio del forcejeo la hizo caer al suelo hasta quebrarle la pierna. Le arrebató el celular, la dejó inmovilizada y herida y huyó junto a su cómplice que lo esperaba en un auto.
La víctima comenzó a gritar desesperada. Vecinos fueron a asistirla hasta que llegó la ambulancia. En diálogo con Infobae, reveló que sufrió fratura de tibia y peroné. Una de las personas que la auxilió era bombero: “Me quería levantar de la desesperación, el bombero no me dejaba y me pedía que no mirara la pierna”.
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El robo quedó registrado por las cámaras de seguridad. La foto de su pierna quebrada se viralizó en las redes sociales. A pesar de que no salió ilesa, agradeció que no pasó a mayores: “Doy gracias a Dios que la tenía puesta, porque fue lo que me salvó la espalda”.
Aún no sale de la conmoción. El dolor físico no logra calmarlo con ningún medicamento, mucho menos la angustia por haber sido atacada salvajemente por un celular. Ahora está postrada en una cama y necesita conseguir una prótesis, pero no tiene trabajo y mucho menos obra social para afrontar los gastos. La recuperación le podría llevar dos meses.