Era viernes por la tarde. Estaba sola con su bebé de un año cuando su expareja fue a visitar al hijo que tienen en común. El encuentro terminó con un episodio violento, hecho que derivó en una segunda denuncia. Ocurrió en un departamento de barrio Altos de San Martín, en la ciudad de Córdoba.
Después de una discusión, la víctima recibió un golpe de puño en su nariz que provocó que terminara con el rostro ensangrentado. Después de que el joven la atacara, buscó al bebé que estaba en la habitación mirando televisión, y se lo llevó a la fuerza. Ella salió corriendo y evitó que se lo llevara. Él huyó. Ella volvió a encerrarse atemorizada. Los vecinos la vieron herida, pero no hicieron nada.
A través de Facebook, su hermana se animó a contar y denunciar el calvario que está atravesando la joven. El posteo se viralizó rápidamente: "Hoy lo cuento yo porque mi hermana está destrozada. Hoy lo cuento yo porque lo estoy viviendo con ella y antes de que la mate van a pasar por sobre mi. Hoy lo cuento y lo publico en fotos para que su familia que tantas veces la trato de loca y justifico sus golpes le crean. Y lo cuento por qué mi hermana no va ser esa piba que me falte mañana".
En diálogo con El Doce, reveló que la primera denuncia que realizó su hermana fue en octubre del año pasado. El Polo de la Mujer había solicitado una orden de restricción por dos meses para que el agresor no se acercara a su víctima. Sí podía seguir viendo a su hijo, aunque otro familiar iba a buscarlo.
En julio de este año, volvió a acercarse y la golpeó. Solo que las heridas eran en otras partes del cuerpo, no visibles a los ojos de terceros. La denuncia no la realizó por miedo. Un mes más tarde, las consecuencias fueron graves. De acuerdo a lo que indicó su hermana, lo dejó entrar porque pensó que no iba a pasar de nuevo. Con la segunda denuncia realizada el sábado, desde el Polo de la Mujer prometieron asistirla con un abogado y un psicólogo.
+ MIRÁ MÁS: Mataron a una mujer policía de 23 años que trabajaba en la Quinta de Olivos
La joven tiene 19 años. Su ex, 20 años. Estuvieron juntos durante tres años. Tres meses después de que naciera su hijo, se separaron. Las agresiones siempre existieron, pero la familia de él nunca le creyó. Ahora, tiene miedo a posibles represalias.
Después del ataque de julio, la hermana de la joven agredida se comunicó con su excuñado. En una conversación por Facebook, el papá de su sobrino la trató de loca. Ahora volvió a hablarle y le envió las fotos de cómo había quedado la víctima, pero no le respondió.