En la madrugada del domingo la policía fue hacia un domicilio de barrio la Milka, de la ciudad cordobesa de San Francisco. Al llegar se llevaron una sorpresa poco agradable: más de 300 jóvenes estaban realizando una fiesta de disfraces por Halloween.
El operativo terminó con cuatro detenidos y agresiones con piedrazos a inspectores municipales y hasta a efectivos policiales. Hubo participación tanto de la Policía de Córdoba como de la Policía Federal, quienes llegaron cerca de las 3 de la mañana.
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“Clande de disfraces - Halloween”, llamaron los organizadores a la fiesta clandestina, que también fue promocionada por las redes sociales.
Preocupación
Damián Bernarte, secretario de Gobierno de San Francisco, habló este lunes y sentenció que lo ocurrido “fue una locura”. "Si solo una de las personas estaba infectada sin conocerlo, esto puede hacer que en 15 días volvamos a los 100 o 150 casos diarios", advirtió según recopiló .
“Esto superó todo lo imaginable”, lamentó el funcionario además. San Francisco es una de las ciudades de la provincia de Córdoba más afectadas por las consecuencias del coronavirus.
“Esperábamos que fuera un evento grande pero no nos imaginábamos lo que finalmente sucedió", describió también.
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Cuando llegó la policía los más de 300 asistentes de la fiesta, que estaban bailando y tomando alcohol en un patio de tamaño reducido, comenzaron a correr y hasta a intentar saltar las tapias. Bernarte explicó que las autoridades municipales sabían que la fiesta se estaba convocando y gracias a la investigación previa lograron interrumpirla a mitad de la noche, pero indicó que jamás imaginaron semejante escenario: "Era tanta la gente que había que superó cualquier análisis previo y cualquier cosa que se había visto hasta acá. Fue realmente una locura”.
“Hay que entender que no se pueden hacer 30 procedimientos por noche. La verdad es que no estamos entendiendo lo que está pasando”, recriminó además, recordando que las reuniones sociales están prohibidas y son un foco de contagio de COVID-19.