Bianca Godoy tenía tan solo cuatro años. En su corta y cruel vida vivió momentos horrorosos. Quienes debían cuidarla la sometieron a escenas escalofriantes. El pasado viernes murió luego de haber sido golpeada brutalmente y violada en Cañuelas (Buenos Aires).
Su mamá Viviana Roldán, acusada de homicidio calificado por el vínculo, y su pareja Federico Espinosa, imputado por femicidio, quedaron detenidos. La habían llevado al hospital desvanecida y mojada, pero en realidad ya no tenía signos vitales. Se excusaron diciendo que se había ahogado en una pileta. Sin embargo, los médicos descubrieron la verdad.
Al parecer, la pequeña había recibido un fuerte golpe en la cabeza cuando comía. La autopsia reveló que sufrió una broncoaspiración de alimento y traumatismo de cráneo que le provocó una asfixiad. El cuerpo de Bianca Godoy tenía marcas de maltrato, huellas de cinturones, hematomas en la cabeza, signos de ataduras en sus tobillos y muñecas y de abuso sexual de hacía tiempo.
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Además, vivía en condiciones deplorables. Indignados por el hecho, los vecinos incendiaron la casa en la que vivían –que presentaba un estado de suciedad y abandono- y luego la derribaron a mazazos.
De acuerdo al relato de la tía de Bianca y hermana de Viviana Roldán, el papá biológico ya los había denunciado e iniciado los trámites para quedarse con la tenencia. También reveló que Roldán y Espinosa no querían a la nena: “No entendemos por qué ella lo defendía tanto. Estaba como ciega por esta persona y la nena era un estorbo”.