Darío Cáceres, líder de La Fiel, la barrabrava de Talleres, se presentó a declarar al Juzgado Federal Nº 2 a cargo de Alejandro Sánchez Freytes. Quedó detenido e imputado por “comercio y transporte de estupefacientes” en el marco de la causa relacionada a los 1650 kg secuestrados en la ciudad de Córdoba.
El acusado estaba prófugo desde el 20 de septiembre del año pasado, día en el que fueron apresados otros 16 imputados en la causa. Finalmente, el implicado volvió de sus vacaciones en Brasil para presentarse a declarar.
El abogado defensor de Cáceres, Diego Casado, salió a respaldar a su cliente y cargó contra el fiscal de la causa, Enrique Senestrari: “Tras la declaración prestada el miércoles pasado, vamos a presentar los elementos probatorios pertinentes y es muy probable que ingresemos alguna recusación hacia algunos de los funcionarios judiciales”.
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Sobre los motivos de esta decisión, afirmó: “Han utilizado al mundo del periodismo para inflar una causa, demonizar a mi cliente sin sustento probatorio alguno”.
Además, el letrado hizo énfasis en los supuestos motivos políticos de la persecusión del fiscal, que forma parte de una agrupación kirchnerista llamada Justicia Legítima. Esto se relaciona con el líder de La Fiel, ya que en su momento apoyó a un candidato a diputado por el Frente de Todos que terminó descartando a Martín Fresneda, amigo de Senestrari.
“Yo lo he chequeado con algunos periodistas y tengo hasta audios. No estoy afirmando, estoy utilizando los potenciales. Ahora, si a través de la investigación yo llego a encontrar que se ha cometido algún delito, como lo creo, ejerceré las acciones legales pertinentes, a través del delito de violación de secretos y pediré la intervención del procurador nacional para realizar la denuncia. En el hipotético caso de que se dé, solicitaré el juicio político al funcionario judicial que corresponda”, enfatizó Casado.
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Cabe recordar que Darío Cáceres ya estuvo preso entre diciembre de 2013 y abril de 2014 por el asesinato en patota de Jonathan Villegas en un parador de Villa Carlos Paz. No obstante, fue liberado ya que, pese a estar presente en la escena, no había participado del crimen.
Además, fue detenido en 2019 por amenazas a dirigentes de Talleres, pero fue liberado al poco tiempo. Este hecho provocó que le revocaran la distinción que le había hecho la Legislatura de Córdoba por “su compromiso para erradicar la violencia en el fútbol" en 2013.