En las últimas horas se concretó la detención de uno de los pedófilos más buscados de Argentina. Se trata de Maximiliano Espinillo, quien estuvo casi cinco años prófugo de la Justicia. Cayó mientras dormía en una casa chorizo del barrio porteño de Boedo.
En 2018, Espinillo recibió una pena de seis años de cárcel por haber abusado sexualmente de una menor de edad durante siete años. Sin embargo, nunca fue a prisión y se mantuvo en la clandestinidad hasta este miércoles.
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Había dejado el auto que manejaba como remise, había dejado de ir a la cancha e intentaba borrar los rastros de sus movimientos. Lo curioso es que la Policía lo halló su domicilio fiscal registrado ante la Afip.
La causa en contra de Espinillo por la cual fue condenado había comenzado en 2010. La víctima que atacó era una menor de su círculo familiar.
En concreto, estaba imputado por corrupción agravada por tratarse de una menor de trece años de edad y mediante el empleo de amenazas, en concurso ideal con abuso sexual agravado por haber configurado un sometimiento gravemente ultrajante reiterado, ocasionando un grave daño en la salud fisca y mental de la víctima.
Fue tal la importancia de su búsqueda durante estos años que el Ministerio de Seguridad de la Nación ofrecía 5 millones de pesos para quien lo delatara.