En la madrugada del 5 de febrero de 2019 encontraron a Ramón Amaya ahorcado con un cable y brutalmente asesinado en su casa de barrio Rosedal. El hombre tenía 80 años y, a raíz del hecho, días después detuvieron a dos personas que habían ingresado a la vivienda del jubilado haciéndose pasar por jardineros.
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Este miércoles la Justicia condenó a los dos sospechosos. Fernando Barrionuevo, de 20 años y Nicolás Romano, de 21, fueron encontrados culpables por la Cámara Tercera del Crimen y tendrán que cumplir 14 años en prisión.
"Le brindaron la posibilidad de trabajo, fue emboscado, lo llevaron al interior de la vivienda y en el marco de un atraco le dieron muerte", informó a Cadena 3 Marcelo Hidalgo, el fiscal de Cámara. Los dos jóvenes fueron condenados por el delito de homicidio en ocasión de robo.