Su madre, Karina Ayala, hizo un pedido desesperado a los jóvenes para que se “cuiden” y lamentó que su hija “no creía en la enfermedad y compartía el tereré con todos”.
“Ella era una chica normal, sana, pero no pudo salir. Su estado era irreversible, estuvo más de 15 días en terapia intensiva, pero sus pulmones y su corazón ya estaban muy afectados por el Covid”, dijo la mamá de la víctima Naim Soledad Cabral.
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Muy dolida, Ayala aclaró que salió a hablar con los medios “para crear conciencia, ojalá que los jóvenes entiendan que esto no es joda, es una enfermedad que puede ser grave y los puede matar”.
Por esto contó que su hija no le hacía caso: “Naim no me escuchaba, yo le decía que no comparta el tereré y el mate con todos, pero igual lo hacía. Le pedía que no me abrace y bese, porque soy de riesgo y no sabía con quién había estado, y ella me decía que era una pavada, que nadie estaba enfermo”.
También aseguró que cuando la adolescente se enteró que tenía coronavirus, “se deprimió mucho, porque no quería estar sola, siempre estaba acompañada, con su novio, su cuñada, sus primas, sus amigos”.
Naim empezó con fiebre y tos, pero su mamá asegura que: “los primeros días ocultó cómo se sentía”. Pero cuando el hisopado le dio positivo, se instaló en la casa del padre, “pero no mejoraba y entonces fue que concurrió al hospital, donde la dejaron internada”.
También señaló que su padre, Marcos Cabral, le cantaba una canción a su hija “todas las noches antes de dormir a través de videollamada, porque ella no quería estar sola, quería volver a su casa”.
Por último, declaró: “recé mucho, me refugié en la oración, esperé un milagro, pero no llegó. Pensé que porque era joven y sana, saldría adelante, pero jamás me imaginé que no lo lograría”, declaró a Telam.