El Consejo Directivo de la Facultad de Psicología de la UNC resolvió expulsar de la institución a la alumna Liliana Georgina Sánchez, integrante de la Fundación Dolto. Además, le prohibieron retomar sus estudios durante los próximos cinco años.
La ahora ex alumna formaba parte de la red del psicólogo Marcelo Bazán, que según varias denuncias, lideraba una suerte de secta que practicaba todo tipo de abusos con algunos pacientes, incluyendo prácticas sexuales y su manipulación para apropiarse de bienes.
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El sumario se inició a partir de la denuncia del ex paciente Ismael Iglesias, quien tras dos meses de terapia en la sucursal de barrio General Paz, expresó su disgusto con la prédica homofóbica de su terapeuta. Tras una averiguación en el Colegio de Psicólogos, Iglesias descubrió que Sánchez no tenía matrícula que la habilitara, por lo que llevó su reclamo al ámbito de la UNC.
Por esta razón, el Consejo Directivo de la Facultad decidió expulsar a la estudiante que atendía como si fuera terapeuta matriculada. Es más, el costo de las consultas con la discípula de Dolto eran cubiertas por obras sociales y prepagas, como fue el caso del denunciante Iglesias.
La polémica en torno a la red Dolto es uno de los ejes de debate en la campaña para la elección de autoridades del Colegio de Psicólogos de este sábado. Los opositores le reprochan a la actual conducción que ninguno de los profesionales del equipo de Bazán haya sido sancionado.
El propio Marcelo Bazán, preso en Bouwer desde hace más de cuatro meses, tiene su matrícula habilitada para ejercer profesionalmente. El tema también había sido abordado por la Facultad de Psicología de la UNC, que hace tres semanas reclamó al Colegio un pronunciamiento formal sobre las denuncias recibidas en ese ámbito.