El gobernador de La Rioja, Sergio Casas, aseguró que hará "hasta lo imposible para llegar a fondo con los responsables" que provocaron la muerte del cadete Emanuel Garay.
La Policía de la provincia fue descabezada y echaron al secretario de Seguridad, Luis Angulo, y al jefe de la Policía, Luis Páiz.
El cadete de 19 años, Emanuel Garay, estaba internado por las lesiones que le produjo el entrenamiento extremo que recibió en la Escuela de Policía.
En total fueron nueve los aspirantes hospitalizados. Los jóvenes ingresaron el lunes pasado al hospital Vera Barros con cuadros de deshidratación y fallas renales de distinto grado, tras su primera instrucción en la Escuela, por lo que seis de ellos fueron alojados en terapia intensiva.
En la jerga policial lo llaman "baile", pero es lo más parecido a una tortura. El hermano de Emanuel, había contado que el joven era el que peor la había pasado, ya que lo obligaron a realizar ejercicios extremos con 40 grados y no le permitieron tomar agua. Al deshidratarse estuvo tirado 40 minutos hasta que llegó la ambulancia.
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Su padre, Roque Garay, habló y dijo: "No pensé que iban a matarlo". Además, contó que Emanuel estaba emocionado en su primer día de escuela y que su sueño era ser policía.
El padre del cadete (que también formó parte de las fuerzas de Seguridad) destacó que este tipo de malos tratos son de vieja data.
"Esto es común, viene desde hace años. A veces se inscriben 400 y se reciben 50. La forma de sacarse a los aspirantes de cadetes es el entrenamiento, que en realidad es una tortura: son sometidos hasta que se desmayan, han recibido golpes, les han pegado", detalló.