Alejandro Pipino es uno de los mejores amigos de Ricardo Russo, el médico del Garrahan que se encuentra detenido acusado de tenencia, producción y facilitación de pornografía infantil. Juntos hicieron la residencia médica en un hospital de La Plata y se conocen hace 30 años. Pipino, de 58 años, médico pediatra y oftalmólogo habló con Clarín y en una extensa charla dejó fuertes declaraciones. Dijo estar muy golpeado por lo que ocurrió y quiso hablar de su amigo, cosa que muchas personas del entorno evitaron.
"Estoy molido, necesito que algunas cosas de Ricardo se conozcan, lo considero como una obligación moral. Nadie de mi entorno quiere que yo hable, hay miedo, yo también lo tengo, pero no puedo dejar de pensar en mi amigo, tengo miedo de que haga cualquier cosa, de que se suicide, esa es mi obsesión", dijo consternado Pipino.
El médico contó que había hablado alrededor de hace un mes con Russo para saber qué había pasado con el allanamiento en su casa en noviembre último en donde la división de Cibercrimen de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires le secuestró computadoras y teléfonos celulares. Pipino cuenta que su amigo le aseguró que no tenía nada que ver con el delito por el que sospechaban de él. "No sabés lo que me pasó, me acusan de algo que nada que ver, preferiría haber asesinado", recuerda Alejandro.
"Ricardo me respondió que estaba todo bien, en manos de su abogado, que le había dicho que se despreocupara, que él se ocupaba". Pero Pipino contó que el abogado, desapareció cuando la causa se mediatizó a pesar de que Russo le había pagado 15 mil dólares, que eran todos sus ahorros.
La última vez que lo vio fue el miércoles de la semana pasada en una audiencia en la justicia y cuenta que se acercó, le dio un beso, lo abrazó y le dijo que estaban con él. “Me miró, no me dijo nada, estaba mal, consternado", expresó el amigo de Russo.
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Pipino también relató que el psiquiatra de Russo se jugó con su declaración y lo defendió: “Dijo que Ricardo no es un perverso en absoluto, sino que tiene el síndrome de cabeza quemada (Burn Out), porque es una persona excesivamente preocupada por su trabajo en el Garrahan", contó.
Además, el médico contó que el psiquiatra defendió al detenido argumentando su impecable formación académica y profesionalismo."Es el mejor pediatra de su camada y uno de los más importantes de la actualidad, una eminencia realmente, y nunca conocí a un profesional tan exigente y autoexigente. Siempre fue jodido en el laburo, no se permitía errar un diagnóstico. Lo conocí en situaciones límite, dejando la vida por salvar la de varios nenes. Por eso necesito que se sepa cómo trabajaba Ricardo, con qué seriedad y pasión, un tipo hiper-comprometido con sus pacientes", cuenta Ricardo que se animó a decir el psiquiatra ante la justicia.