No es una película de terror. Ocurrió en Castelar, provincia de Buenos Aires. En la tarde del miércoles, cerca de las 19:30, Gustavo Flores (40) degolló sin piedad a su esposa, Alejandra Marcela Polizzi (48), delante de su hijo de ocho años.
La escena fue realmente sangrienta. Después de una discusión, tomó un cuchillo de cocina y la apuñaló tres veces, una la aplicó en su cuello, lo que le provocó la muerte en el acto.
En el momento de la pelea, la víctima tomó el teléfono y llamó al 911 pidiendo ayuda urgente. Solo se escuchaban gritos desesperados y el llamado se cortó. Ya era demasiado tarde.
+ Audio: el pedido de auxilio de Alejandra Polizzi
Siendo las 22 del miércoles, Flores volvió a llamar y confesó el crimen: “Mi mujer está asesinada”. La operadora le preguntó por el responsable, a lo que respondió en seco: “Yo”.
Gustavo Flores esperó en su casa a que llegara la Policía para entregarse. Allí encontraron el cuerpo de Alejandra y al niño sentado en un sillón. Está acusado de “homicidio calificado por mediar violencia de género”.
+ Audio: la escalofriante confesión de Gustavo Flores