Los momentos previos a la llegada de un bebé se viven con emociones y sentimientos encontrados. Los futuros papás navegan entre la ansiedad, la alegría, los nervios, la emoción...
Barby tiene 32 años y espera su primer hijo. Dante es un bebé muy deseado por ella y su pareja, Santiago, con quien tiene una relación desde hace cinco años. Y mientras lo esperan, la futura mamá, que está de siete meses y medio, decidió hacer una celebración muy particular: el camino de las bendiciones.
De qué se trata
"Me preguntaban si quería un baby shower y no, yo quería hacer algo distinto", contó Bárbara a ElDoce.tv
Desde hace un tiempo, esta costumbre importada comenzó a copiarse en nuestro país. En el baby shower se agasajan a la mamá y sobre todo al futuro bebé con una fiesta en la que cada invitado lleva un regalo. Se parece mucho a un cumpleaños, pero sin que el bebé haya nacido.
Pero Bárbara quería hacer "algo más espiritual". Y gracias a una amiga se enteró del "Camino de las bendiciones" y comenzó a darle forma a su idea.
"Necesitaba recibir buena energía, luz para transitarlo de la mejor manera posible. Y que también quede luz, por eso decidí hacerlo en mi casa", contó. Entonces la acondicionó de una manera especial."Puse sahumerios, palo santo, rica esencia en los hornitos", detalló Barby.
Así fue como esperó a sus invitadas.
Cuando las mujeres llegaron, les pidió que se queden descalzas. "Dejamos la energía de la rutina afuera. Y les dije que en lo posible, vengan sin niños, que estaban invitados con sus sus papás al final del encuentro", explicó.
La casa estaba llena de ramos de eucalipto, que también usó para armar los austeros souvenires con una pequeña velita. La idea es que cada una de sus amigas una prenda esa vela cuando ella comience el trabajo de parto y así "los iluminen".
La tarde con sus amigas más queridas transcurrió con distintos momentos.
"Nos presentamos en una ronda y nos íbamos tirando un ovillo de lana. Y ahí fue cuando expresaron las intenciones y los buenos deseos para Dante", contó emocionada Barby. Salud, luz, felicidad, amor, buena vibra, fueron algunas de las tantas cosas que le desearon a ella y a su hijo.
También las amigas se pararon, se enfrentaron de a dos y levantando sus brazos, armaron un puente por donde pasó la futura mamá, que llevaba su panza descubierta pintada con algunas mandalas y otros buenos deseos para su bebé.
Hubo un ritual de respiración y un espacio de meditación, más allá de la mesa dulce y comida para todos los gustos.
Barby también recibió varios mimos: le hicieron una corona de flores, con los colores que ella había elegido y en su enorme panza le pintaron mandalas y estamparon más buenos deseos.