Raúl Alberto Paéz está muy asustado y temió por su vida. “Vinieron todos los vecinos, me increparon, me golpearon y empezaron a romper el colectivo. Me ayudaron los pasajeros porque en un momento me quede solo”, dijo.
Al dar su versión sobre los hechos dice: "Iba por mi derecha y por una de las calles laterales salió esta moto, a gran velocidad, resbalándose el muchacho...ese fue mi momento de visión y no me dio tiempo a nada".
Ahora, Paéz tiene dos graves problemas porque no puede borrar de su mente al conductor muerto y tampoco deja de pensar en el ataque de los amigos de Franco Fuentes, la víctima fatal del accidente.
La inseguridad es un mal que no tiene remedio en Córdoba y los que trabajan en la calle lo piensan una y otra vez antes de salir a ganarse la vida. El siniestro vial ocurrió alrededor de las 16.30 a la altura de manzana 37 lote 37 de ese barrio de la periferia sur de Córdoba capital.