La muerte misteriosa del cura Juan Viroche conmocionó a Tucumán luego de que denunciara que había sido amenazado por bandas narcotraficantes.
A casi dos semanas de que fuera encontrado ahorcado en la capilla de La Florida, TN.com.ar mostró imágenes que prueban el olvido con el que fue sepultado.
Sus restos fueron depositados en el cementerio Cevil Pozo en la Banda de Río Salí, a 20 kilómetros de donde vivía el sacerdote. Sin embargo, descansa en un lugar inhóspito, desagradable y sin lápida. Los vecinos manifestaron su repudio.
Su familia decidió que sea enterrado al borde de una calle interna, que está ubicada a 150 metros del mausoleo familiar y en un sector precario. Según revelaron, las autoridades del cementerio tenían todo preparado para ubicarlo en el nicho que siempre visitaba.