El 10 de diciembre de 2015 era un día clave en la pantalla de la TV Pública. Después de ser, durante 12 años, el principal órgano difusor del kirchnerismo, muchos se preguntaban que dirían los conductores y que mostrarían sus cámaras de las distintas ceremonias en el día de la asunción de Mauricio Macri como Presidente de la Nación.
Como corresponde, el ex 7 fue el canal de aire de Buenos Aires que más horas le dedicó a los actos oficiales. La encargada de la transmisión fue la empresa La Corte del kirchnerista Cristóbal López. Los periodistas y técnicos a cargo fueron los mismos que, horas antes, no tenían piedad con Macri.
Sin embargo, un enviado del nuevo Presidente se hizo cargo del control. Se trata de Diego Copello, encargado de la parte audiovisual de la campaña electoral de Cambiemos. Su principal objetivo fue garantizar una transmisión sobria, equilibrada y sin agravios al nuevo mandatario. Logicamente, pidió a los periodistas que evitaran las críticas a Macri.
Algunas perlitas fueron:
- Evitaron mostrar las bancas vacías que dejaron los diputados kirchneristas en el Congreso.
- Cuando Macri bailó en el balcón y Michetti cantó el tema de Gilda, se refirieron a “un acto descontracturado”.
- Al repasar los títulos de los diarios, Clarín y La Nación fueron "medios nacionales" y no “medios hegemónicos”, como se los nombraba antes.
- Dividieron pantalla para las asunciones del radical Gerardo Morales en Jujuy y Alicia Kirchner en Santa Cruz.
- La periodista Agustina Díaz dijo que la Plaza de Mayo había estado “increíblemente repleta” para despedir a Cristina Kirchner y sólo "repleta" para la jura de Macri.
Ahora, llega el momento en el que deberá actuar el nuevo ministro de Medios Públicos, Hernán Lombardi. Tristán Bauer ya renunció como titular de Radio y Televisión Argentina.
El programa 6-7-8 tiene contrato hasta fin de mes, se sabe que no seguirá al aire y podría mudarse a la señal de cable C5N, también de Cristóbal López.