“Fue el peor comienzo”, contó con tristeza Gustavo Posadas, el concesionario del bar del Pabellón Argentina. Recién hoy pudieron volver a trabajar, luego de 30 días de ocupación del recinto y donde se les pudrió toda la mercadería.
Durante el mediodía, tres empleados (dos mujeres y un hombre) se dieron cuenta de que les habían robado sus mochilas del compartimiento donde siempre las guardan. Lo insólito es que el casillero está detrás del mostrador principal del bar.
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“No sé cómo hicieron. Se tiraron por arriba del mostrador o supieron cómo entrar y hacerlo”, contó Posadas. En las mochilas robadas los empleados tenían billeteras, tarjetas de crédito y débito, documentos, papeles importantes, llaves de auto, ropa, entre otras pertenencias.
“Es muy difícil robar las mochilas de donde las sacaron”, relató el encargado.
“No sabemos qué pensar. Si fue una vendetta o solo un robo. Da la casualidad que estos tres empleados fueron los que más expuestos estuvieron durante la toma. El Pabellón estuvo un mes ocupado y los que estuvieron acá adentro tocaron y usaron todo”, dijo el encargado del bar entre sospechas.
Tras la toma, la crisis
En diálogo con ElDoce.tv, Gustavo Posadas reconoció con dolor que esto fue un golpe muy duro luego de 30 días sin poder trabajar. Y que aún no puede descartar tener que cerrar el bar.
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“Como se pudrió todo, todavía no tenemos ni mercadería. Encima se rompió un horno que durante la toma lo estuvieron usando para hacer asado, porque estaba lleno de grasa”, denunció el encargado.
También, tras la ocupación del Pabellón Argentina, quedó sin funcionar un freezer y una cafetera. Faltan 15 sillas, vajillas y manteles.
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Además, el concesionario del bar reconoció que para reducir costos llegó a un acuerdo con otros tres empleados para que, con retiro voluntario, dejen de trabajar allí. Pero por el robo de este lunes tuvieron que cerrar antes para que las víctimas puedan hacer la denuncia en la policía.