A la hora de pagar los automovilistas tienen que enfrentar los naranjitas, pitufos y oportunistas que quieren cobran entre 10 o 100 pesos, según la hora, el lugar y si hay o no algún espectáculo convocante.
La mayoría de las máquinas no funcionan en muchas de las calles céntricas.
Cualquiera se pone un delantal y sale a cobrar por la cara del cliente.
Una recorrida por las calles donde hay estacionamiento medido, muestran un verdadero descontrol.