Santino se convirtió en un milagro de Nochebuena. La historia de terror comenzó a principios de noviembre pasado, cuando Amelia Bannan, embarazada de cinco meses, protagonizó un accidente camino a Posadas. Desde ese día permanece en coma.
Pero el pequeño nació el 24 de diciembre, con su mamá en terapia intensiva. Después de permanecer un mes en las camas de Neonatología, vive con su tía Norma Bannan.
El bebé pesó 1,890 y ahora pesa 3,100. Dos mujeres lo amamantan una vez por día hasta tanto Amelia recupere su salud. En su primer mes de vida tuvo contacto con su mamá: “En ese momento es como que ella abre los ojos y se agarra de la cama, como diciendo que quería despertar”, aseguró muy emocionado su hermano, César Bannan.
Ahora con la fuerza que les transmite Santino, luchan para que Amelia vuelva a despertar. Quieren lograr un segundo contacto entre madre e hijo y que puedan estar el mayor tiempo posible. Sostienen que es el milagro que su mamá necesita para sanar. “Es lo que nos falta para completar el milagro”, sostuvo César.