Pablo Ventura, de 21 años, fue liberado en la noche del martes. Era el detenido número once: los diez rugbiers implicados en el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell habían apuntado contra él como responsable de la muerte.
+ MIRÁ MÁS: Así fue la golpiza de los rugbiers que mataron a un joven en Villa Gesell
La Justicia no encontró pruebas en su contra, por lo que fue desvinculado de la causa: los investigadores creían que se había fugado tras el ataque. El fiscal que investiga el hecho no pudo acreditar que haya estado en Villa Gesell aquella trágica madrugada.
“No voy a hablar, no voy a decir nada, no me siento bien”, dijo el joven, que rompió en llanto a la salida de la comisaría. Su padre, José María Ventura, le pedía que no se tapara la cara, ya que no era un criminal. "Yo tengo una emoción bárbara. Es una injusticia lo que había sucedido", indicó el hombre.
Además, el papá apuntó contra los diez rugbiers que aún continúan detenidos: “Lo que hicieron fue una malicia”. "Cada vez que estos chicos hacían una picardía, decían que lo había hecho Pablo Ventura”, detalló. "Sinceramente, no creo que estos chicos supieran que había muerto Fernando, por eso tiraron 'Pablo Ventura', como una broma. Lo han dicho como una joda más". Video:
El martes por la tarde, imputaron a dos de los rugbiers detenidos como coautores del homicidio del joven de 18 años a la salida del boliche. Están acusados de ser partícipes necesarios del crimen.
Se trata de Maximiliano Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19), este último hermano de Luciano, otro de los detenidos. Podrían recibir la pena máxima: saldrían después de los 53 años.