La empleada doméstica fue procesada junto con su pareja Jorge Antonio Petrak y su hijo Orlando Aníbal Jiménez, tras el robo de las joyas de la conductora en 2010.
La justicia tomó nota de estos exagerados movimientos de dinero y decidió procesarlos.
Los investigadores nunca pudieron acercar evidencia del robo a través de las cámaras de seguridad del edificio donde vive Mirtha, ni hubo algún “arrepentido”. Los ladrones cayeron por su nuevo estilo de vida.
La pareja está acusada de “robo agravado por su comisión con arma de fuego cuya aptitud para el disparo no ha podido tenerse por acreditada”.
El 5 de diciembre de 2010 tres sujetos encapuchados redujeron al guardia del edificio de avenida del Libertador al 2800. Entraron al departamento de Legrand y se llevaron una caja fuerte con dinero y joyas.
La suma robada sería millonaria entre dólares y joyas.
