Si alguna vez has estado con un bebé a bordo de un auto, conocerás del “poder mágico” que les produce el movimiento del mismo. Es un método, casi infalible, para que caigan rendidos a los brazos de Morfeo. Por esto, Ford decidió aprovechar está característica y trasladarla a una cuna.
La cuna fue denominada “Max Motor Dreams” y consiste en un moisés de diseño minimalista con acabados de madera y tecnología integrada. En el interior se ha colocado un motor eléctrico que proporciona los movimientos, un altavoz con sonidos del ruido del auto en marcha y hasta luces LED que proporcionan la iluminación del mismo.
Con la ayuda de una aplicación instalada en el smartphone, los padres podrán manejarla como más les guste o necesiten.
Por ahora solo se trata de una idea conceptual que Ford ha desarrollado, aunque no se descarta la realización de una versión comercial en caso de que haya un gran interés entre el público, algo de lo que estamos bastante seguros que ocurrirá.
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