Carlos Soto Dávila construyó el poder ilegal en su despacho del Juzgado Federal N° 1 de Corrientes, durante dos décadas. Está acusado de liderar una asociación ilícita dedicada a beneficiar a narcotraficantes. “Le tirás unos pesos y arregla”, dijo un traficante arrepentido.
En la causa están involucrados el juez y sus dos secretarios en 10 casos. Cobraban 30.000 pesos para liberar a los colaboradores y llegaron a pedir un millón de pesos por un líder.
+ MIRÁ MÁS: Suspendieron Movipark en 11 cuadras y vuelven los naranjitas
Dávila estuvo blindado y protegido durante muchos años. Estaba a cargo de las principales causas por drogas y era responsable de los procesos electorales de Corrientes. En 2104, liberó a Carlos Cachito Bareiro, uno de los pesos pesados de la droga. No le pidió fianza pero si hubo el pago de una coima millonaria.
El caso está en manos del juez Sergio Torres. Este martes, ordenó la detención de Dávila y sus secretarios pero tiene inmunidad de arresto por ser magistrado. Con el correr de las horas, se conocen más detalles del juzgado narco que escandaliza a los correntinos mientras avanza un pedido de juicio político.