Anahí Benítez es la adolescente de 16 años que fue golpeada y asfixiada y cuyo cuerpo apareció enterrado en la reserva natural Santa Catalina de Lomas de Zamora, en los primeros días de agosto.
La aparición de su teléfono celular en una casa ubicada a pocas cuadras del lugar terminó con la detención de Marcelo Gabriel Villalba, un hombre de 40 años acusado de encubrimiento agravado. Su testimonio será clave para llegar a los principales responsables del hecho.
+ MIRÁ MÁS: El resultado de la autopsia reveló cómo fue asesinada Anahí
¿Cómo llegaron hasta el celular? Al activarse en la mañana del miércoles el IMEI, un código que identifica cada equipo celular a nivel mundial. Esto sucedió porque le colocaron un nuevo chip al aparato que era propiedad de Anahí.
La vivienda es propiedad de Miguel Villalba, de 75 años, padre del detenido y abuelo de Joaquín, un adolescente que tenía el celular en su poder. El chico declaró que se lo había regalado su papá. Al llegar a la casa del implicado, también en la zona, se secuestraron varios elementos más, entre ellos la funda del teléfono, que estaba en el terreno baldío pegado a la propiedad.
Mientras tanto, el equipo de marca Samsung, de color blanco, fue llevado a la Central de Investigaciones Judiciales donde se lo someterá a un análisis que permitiría saber cuáles fueron últimos llamados y acceder a las fotos, videos y redes sociales de Anahí. Hasta ahora, pudo saberse que el dispositivo fue manipulado para su desbloqueo y reutilización.