El bebé nació prematuro en el Sanatorio San Justo de San Francisco y fue trasladado, por problemas respiratorios, al Sanatorio Allende en Córdoba. Allí, sus padres encontraron que el pequeño tenía graves quemaduras en su espalda.
Hasta el momento, nada se sabe de lo ocurrido, por esos sus familiares aseguran: “Queremos saber quién, cómo y dónde fue” que Elías sufrió las heridas.
Después de 12 días de angustia por el estado de salud del bebé, la familia regresó a su casa y Elías fue recibido con alegría y felicidad y ya duerme tranquilo en su cuna, con la atenta mirada de su hermana Alma que lo esperaba ansiosa.
Luis y Silvina, los padres, contaron al diario La Voz de San Justo, que cuando les dijeron que estaba dado de alta, no lo podían creer.
"Hoy nos cruzamos con la doctora que lo recibió y se asombró de lo bien que estaba. Las compañeras de esa doctora, que hace un montón de años que trabaja en el Sanatorio cordobés, cuentan que cuando recibió a Elías fue la primera vez que la vieron llorar al recibir a un chico. Imaginate si eso le produjo a la doctora, lo que me generó a mí", afirmó Luis.
La mamá, contó: “Ahora tenemos que curarlo dos veces al día con agua destilada y ponerle una crema en las cicatrices. El lunes tenemos que volver para que lo revisen nuevamente y le hagan otros estudios, pero aparentemente, los médicos lo ven bien. Aparte ya está casi curado. Quizás parece que está muy mal, pero está casi curado, le queda una crosta que se tiene que salir sola".
Si bien la felicidad de estar todos en familia y en casa es enorme, no se olvidan por lo que pasaron y buscan una respuesta, “no me puedo quedar con la intriga de lo que le pasó a mi hijo. Hoy estoy feliz de que esté en casa, con su hermana. Que estemos todos juntos porque eso es lo más importante, pero también me queda saber qué fue lo que le pasó”.
La familia cuenta que desde la clínica San Justo no se comunicaron con ellos, solo hablaron con el pediatra, pero de todas formas van a seguir con las investigaciones para determinar que ocurrió.
Foto: La Voz de San Justo