En noviembre de 2014, Soledad Sainz denunció a Oscar Rodríguez, secretario general del gremio de empleados de casinos de Córdoba, por manosearla e intentar tocarla cuando trabajaba en el casino de Río Ceballos.
A partir de ese hecho, la Justicia ordenó que sea trasladada a la Lotería de la Provincia de Córdoba y dispuso dos medidas cautelares: una prohibición de acercamiento y la segunda por innovación (no debían moverla de ese puesto ni modificarle el salario).
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Cuatro años después, le llegó una notificación por resolución gerencial para que sea reintegrada a su antiguo puesto de trabajo. Por esta razón, la mujer se animó a hacer la denuncia pública y en diálogo con Telenoche relató el calvario al que fue sometida durante todo ese tiempo.
Sainz aseguró que la llamaba constantemente para saber dónde estaba o se presentaba en su casa con cualquier excusa. Incluso, si no le atendía el teléfono, llamaba a su marido o su mamá. “Abusó de muchas formas, manoseando, tocando”, agregó al recordar a lo que fue sometida.
Además, contó que la situación límite, después de ser hostigada todo el tiempo, fue cuando se negó a viajar con él a Mendoza a una supuesta inauguración de una sede e intentó ahorcarla. “Se enojó conmigo, me agarró del cuello y me dijo una frase grosera y ordinaria”, confesó. “Me soltó, salí llorando y nunca más lo vi”, agregó luego de que le advirtiera que del otro lado del balcón había albañiles que podían verlo.
Soledad Sainz fue sometida a tres cámaras cámaras gessel y los resultados arrojaron que tenía problemas psicológicos como consecuencia de esas situaciones. Rodríguez también debió pasar ese mismo método y los profesionales pudieron vislumbrar la personalidad violenta.
El Doce intentó comunicarse con el sindicalista Oscar Rodríguez, quien se limitó a decir que estaba con problemas de salud y que por el momento no iba a hablar. Por su parte, un vocero de la Lotería aseguró que se han limitado a cumplir una orden judicial y que por eso, vencida la medida cuatelar, debe regresar a su antiguo trabajo.