Un acto de solidaridad absoluta ocurrió en la ciudad de Pilar, Córdoba. Una jubilada de 80 años conmovió a las empleadas de Epec tras escuchar su llanto desesperado.
La señora tenía una deuda con la empresa y si no pagaba le iban a cortar la luz. Mientras hacía la fila para abonar, lloraba porque no tenía cómo solventar el monto que debía.
El resto de las personas se entristeció por la situación. Las empleadas de la Empresa Provincia de Energía de Córdoba decidieron resolver el problema y sacaron dinero de su bolsillo para ayudarla y asegurarle el servicio.
Una de las trabajadoras aseguró a La Voz que “no es la primera vez que se hace cargo de una factura para evitar cortes” y agregó que “se vive un clima tenso en las oficinas”.