Boro, un bulldog inglés de dos años de edad, fue dejado a principios de este mes en la veterinaria Alem de Nueva Córdoba por Lorena, su dueña. Lo que nunca pensó la mujer es que esa sería la última vez en verlo con vida.
"Cuando lo fui a buscar lo encuentro muerto en una cabina de secado sin ventilación con 45 grados. Nadie se había dado cuenta del estado en el que se encontraba mi perro de dos años de edad, que estaba en perfectas condiciones de salud con un carnet de vacunación al día", denunció en su cuenta de Facebook.
El posteo fue compartido más de 11.000 veces y generó indignación. "Boro estaba en un estado deplorable, que cualquier persona que tenga una mascota no quisiera verla así jamás", lamentó Lorena.
De acuerdo a Día a día, la joven organizó una marcha para este sábado a las 17. El punto de encuentro será la esquina de Pueyrredón e Independencia, frente al local acusado.
La versión de la veterinaria
En su web oficial, Veterinaria Alem aclaró que trabaja con "herramientas auditadas regularmente". "La cabina de secado es un instrumento de trabajo utilizado a nivel mundial, legalmente autorizado y exclusivamente diseñado y fabricado para el secado de las mascotas", destacó.
Además, agregó que "los procesos de peluquería que habitualmente realizamos son llevados a cabo en un sector visible para cualquier transeúnte de la calle Independencia, ya que realizamos nuestra actividad con plena transparencia y tanto el proceso como los elementos utilizados en la actividad son de uso profesional".