La enfermera Brenda Agüero (27) lleva 13 días presa en la cárcel de Bouwer. Pero aún no declaró ante el fiscal Raúl Garzón, a cargo de la investigación. Sus abogados, Luis Obregón y Luis Pareja, denunciaron que la están privando del derecho a “ser oída” como a “conocer las pruebas que pudiesen existir en su contra”.
Por esta razón, este jueves volvieron a solicitar que se fije "en el término de 24 horas día y hora de audiencia" para la declaración indagatoria. Remarcaron que la demora en la declaratoria "somete" a Brenda Agüero a un “estado de total y absoluta vulnerabilidad procesal”. En conclusión, responsabilizan al Estado “como responsable del no aseguramiento de las garantías”.
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Además, Obregón y Pareja solicitaron de manera expresa el apartamiento del fiscal Raúl Garzón. Advirtieron la “falta de correspondencia de su ejido territorial de actuación en relación al lugar (punto geográfico)” donde ocurrieron las muertes. En ese sentido, los representantes legales de la enfermera ponen en duda el “sorteo automático”.
En tanto, respecto a las pericias psicológicas y psiquiátricas a las que someterán a Agüero, los abogados solicitaron al fiscal la suspensión del inicio de esas pruebas. Según trascendió, estaban previstas para el próximo lunes 5 de septiembre.
El pedido es hasta que "no cese el actual estado de indefensión e incertidumbre procesal" ante la inexistencia de una indagatoria. Uno de los defensores había precisado a ElDoce.tv que el plazo del Código Procesal Penal para la indagatoria de un detenido es de 24 horas, con posibilidades de prorrogarlo otras 24 horas. Lo cierto es que pasaron 13 días del arresto.
Aislada en Bouwer
Mientras los abogados denuncian la vulneración de sus derechos y garantías constitucionales, ElDoce.tv pudo saber que Brenda Agüero “está muy triste y depresiva” en la cárcel.
Por cuestiones de seguridad y protocolo, la enfermera se encuentra aislada en una sala de alojamiento del servicio médico. No tiene contacto con otras internas, pero sí con la familia que la visita o la llama por teléfono.
Cuando la joven arribó al penal de Bouwer recibió medicación por prescripción de la Justicia de Córdoba. “En un principio se la medicó mucho porque estaba muy alterada”, describió una fuente cercana al caso a este medio.
Está bajo asistencia psicológica y social y la observación está puesta sobre ella de manera constante ante la magnitud de la acusación. Hasta ahora, Agüero evita hablar de lo ocurrido durante esos meses en el Hospital Materno Neonatal.
Sin embargo, lo único que repite desde el primer día detenida es que es inocente y que se considera una "perejil". Además, ratifica los dichos de su familia: nunca estuvo cerca de los bebés, pero sí cuidaba a las madres.
Si bien no tiene contacto con las internas para resguardar su integridad física, hubo episodios que la pusieron en riesgo. Según informó la fuente, debe ser custodiada hasta cuando va al baño porque si se cruza con alguna otra detenida en el servicio de enfermería la agreden: intentan tirarle los pelos e incluso apagarle cigarrillos en la piel.
Pruebas y sospechas
Agüero es la única detenida por la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal. Está acusada por homicidio calificado por procedimiento insidioso. Es la sospechosa principal de haberle inyectado “sustancias tóxicas incompatibles con la vida” a recién nacidos sanos.
La autopsia realizada a los dos últimos bebés muertos el 6 de junio reveló que la causa fue por una hiperpotasemia. Altas fuentes a cargo de la investigación revelaron a ElDoce.tv que hallaron exceso de potasio en los dos cuerpos y que la sustancia fue inyectada de manera intencional.
Estos fueron los resultados que llevaron al fiscal Garzón a ordenar la detención e imputación de la enfermera. Sin embargo, la familia de la joven insiste en su inocencia. La mamá Cristina Nóbile exigió que “se hagan todas las investigaciones que correspondan” y “tenerla de vuelta” en su casa.