José Gustavo Suárez, el hombre que mató a Ramón Rojas y su hijo Damián, con quienes compartía trabajo en la fábrica de hielo Polarcito de barrio San Vicente, fue sometido a distintas pericias psiquiátricas y psicológicas. Los estudios habrían determinado que el hombre de 42 años no era consciente de sus actos cuando cometió los asesinatos.
Sin embargo, durante la tarde del viernes el Ministerio Público Fiscal aclaró que aún no se ha tomado ninguna decisión judicial sobre el fondo de la causa. Por lo tanto, el autor de los crímenes sigue siendo considerado imputable y, al menos hasta una nueva decisión de la Justicia, podrá ser juzgado y condenado.
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"La persona que se encuentra imputada por tales hechos NO ha sido declarada inimputable", aclaró la Fiscalía de Instrucción en un comunicado. En ese sentido, aclararon que Suárez "por sugerencia de los psiquiatras y psicológos oficiales de Tribunales el imputado fue trasladado desde el Establecimiento Penitenciario Padre Luchesse (Bouwer) hacia el Hospital Aurelio Crespo de la ciudad de Cruz del Eje, donde se encuentra alojado".
La mañana del 14 de agosto, Suárez entró a la fábrica con un arma y le disparó a las dos víctimas fatales. Además, hirió gravemente con una tijera al encargado Hugo Herrera (60), quien sigue internado en el Hospital de Urgencias.
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Durante su estadía en prisión, el autor de la masacre dijo sentirse arrepentido y acusó a sus compañeros de discriminarlo por su impotencia sexual y querer envenenarlo. "Ellos querían que me sintiera solo. Me mataron en vida", expresó. En este video podés escuchar el audio completo: