Lorena Bustos tiene 39 años. Vive en Monte Cristo y cada mañana a las 06:20 sale a buscar el colectivo para viajar a Córdoba Capital y trabajar como voluntaria en los centros de vacunación contra el coronavirus.
A las 07:30 inicia su jornada laboral y a las 14:00 finaliza. Al llegar a su casa, enciende su computadora y se conecta a la clase virtual de la carrera de enfermería, ya que está cursando el segundo año.
Pero su día no termina ahí, porque también es mamá de María Guadalupe, una adolescente de 14 años con discapacidad. Las energías no se agotan y disfruta cada momento, en todos sus roles.
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"Es un día bastante movido. Todos los días son así", asegura Bustos en diálogo con Noticiero Doce. Nada la detiene, ni siquiera las horas que le demanda ser voluntaria: "Siento amor por la profesión, es vocación, siento que es un granito de arena que aporto desde mi lugar", reflexiona.
Lorena asegura que "lo vovlería a hacer las veces que sea necesario". Emocionada por lo que significa su trabajo, agrega: "Esta campaña está siendo histórica. Ser parte de esto es un orgullo inmenso".
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