Carla Ferrelli, una contadora perteneciente a la ciudad de Necochea, viajó a Ushuaia con una amiga y el sábado tomaron la decisión de hacer una excursión al glaciar Ojo del Albino. Luego de unos 20 kilómetros de caminata, hasta los 900 metros sobre el nivel del mar, la joven comenzó a sentirse mal durante el descenso.
Cerca de las 18 horas se comunicaron con una agencia para manifestarles que "una chica se sentía mal y tenía problemas para descender". Según afirman desde Tierra del Fuego Aventura, "se activaron los protocolos para rescatar a la joven evacuar al resto del grupo", que habían bajado solos en busca de señal de teléfono celular para pedir ayuda. Según describen, el guía de la excursión, Nicolás Huglich, permaneció con Carla en todo momento.
Los responsables de la operadora de turismo aseguraron que "dieron aviso a la Comisión de Auxilio de Ushuaia para pedir asistencia" en ese momento. Pero la declaración de 12 integrantes del área, afirmaron que "no llegaron a salir hacia el lugar porque la empresa informó que realizarían la maniobra con un grupo propio".
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Según cuentan los rescatistas, a las 22 recién se volvió a pedir su intervención, cuando dicho operativo se frustró. Sin embargo, cuando arribaron al lugar, los guías y el dueño de la agencia se encontraban realizando tareas de reanimación porque Ferrelli ya no tenía signos vitales. Finalmente, se concluyó que había sufrido un paro cardiorespiratorio a la altura de Laguna Esmeralda, cuando todavía faltaba más de la mitad del camino para terminar el trayecto.
El personal de la comisión había llegado al lugar donde se hallaba la víctima, 30 minutos después de las doce de la noche. A las dos de la mañana del domingo, personal de la División de Servicios Especiales de Ushuaia, confirmaron la muerte de Carla, que no pudo responder a dos descargas de desfibrilador externo, después de tres horas de maniobras de resucitación.