El consumo de éxtasis dejó otra muerte en Córdoba. Otra vez ocurrió en el marco de una fiesta eléctronica. En esta oportunidad la víctima fue una joven de 28 años, que una intoxicación le causó un edema cerebral y no pudo ser salvada en un hospital de Santa María de Punilla.
El fallecimiento de María Agustina Di Martino puso nuevamente la lupa sobre estos eventos, que desde hace años ganaron terreno en la provincia y en el país, y el uso de metanfetaminas que actúan como estimulante y alucinógeno.
Según el testimonio de sus amigas, la chica de Río Segundo no paró de tomar agua en la fiesta que se llevó a cabo en La Estación, en Malagueño. En un momento se descompuso y a las horas debió ser trasladada de urgencia al Hospital Domingo Funes, donde finalmente murió.
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El caso está en plena investigación. La Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) detuvo a un hombre de 26 años, acusado de haberle vendido la pastilla a María Agustina. De acuerdo al fiscal Marcelo Sicardi, "la transacción se hizo a través de Telegram", una plataforma que suele ser utilizada para estos fines.
Di Martino se convirtió en la quinta víctima fatal en ocho años por esta causa en Córdoba. Todos los casos tienen en común el consumo de estupefacientes (el éxtasis siempre está presente) y las fiestas electrónicas como motivo principal.
Las muertes anteriores por éxtasis en Córdoba
- Francisco Mignola:
Tenía 19 años y murió el 26 de octubre de 2014 en un centro de salud de La Falda. Hacía allí fue derivado tras una fiesta electrónica clandestina en la estancia El Silencio en el Camino del Cuadrado.
El chico, oriundo de Villa María, había consumido marihuana, cocaína, éxtasis y popper. El peligroso cóctel de drogas fue letal: a las pocas horas de ingresar al hospital municipal de La Falda, falleció a causa de un paro cardíaco.
- Tania Abrile:
La mujer tenía 38 años y falleció el 24 de julio de 2016. Fue a una fiesta electrónica en el Orfeo Superdomo, donde tocó el DJ internacional John Digweed. La atendieron tres veces dentro del lugar del evento y luego llegó al Hospital de Urgencias, donde murió por un paro cardiorespiratorio.
La autopsia confirmó que la causa del fatal desenlace había sido el consumo de éxtasis y metanfetaminas. El informe final señaló la existencia de congestión visceral generalizada, edema agudo de pulmón, y congestión y edema cerebral en la víctima.
Justo a seis años del deceso de Tania, su madre se refirió al reciente caso de María Agustina: "Estoy shockeada. Seguimos trabajando para ver si alguien se da cuenta lo que está sucediendo con estas fiestas".
- Pablo Daniel Rielo:
La tercera muerte se constató el 4 de diciembre de 2017 en el Hospital de Urgencias, apenas un par de días después de una fiesta en Forja, que tuvo como artista principal al DJ Hernán Cattaneo.
Pablo Rielo era de Rosario y viajó a Córdoba con amigos especialmente para el evento de música electrónica. El joven de 35 años consumió éxtasis y se descompuso. Pidió ayuda a policías y se la negaron. Afuera del predio fue asistido por vecinos del barrio.
Ya en un grave estad, llegó una ambulancia y lo llevaron de urgencia al centro de salud del centro de la ciudad. Era demasiado tarde. Presentaba una fuerte intoxicación, que le generó un fallo multisistémico, principalmente a nivel respiratorio y también cerebral.
- Samir Andrés Velázquez:
El último antecedente antes del caso de María Agustina Di Martino. La víctima fue Samir Andrés Velázquez, un joven de 20 años, que murió el 6 de octubre de 2019 en el Hospital Florencio Díaz.
El chico asistió a una fiesta electrónica privada en Camino a 60 Cuadras. La pericia toxicológica indicó que en el evento había consumido éxtasis y alcohol. En un momento se desvaneció y no lograron reanimarlo.
Con el paso de las semanas, la Justicia comprobó varias irregularidades alrededor de la fiesta clandestina. Tres organizadores fueron acusados de facilitación del consumo de estupefacientes, mientras que un falso enfermero, que lo trasladó al Florencio Díaz, fue imputado por homicidio simple con dolo eventual y ejercicio ilegal de la medicina.