El crimen de Nora Dalmasso lleva 15 años sin resolverse y plagado de interrogantes, que aún se mantienen. Para los forenses, la causa mecánica de la muerte fue asfixia por estrangulamiento. Las pistas que siguieron fueron diversas: crimen durante un juego sexual, abuso sexual seguido de muerte, femicidio y asesinato por encargo.
El viudo Marcelo Macarrón fue señalado desde el inicio. Está imputado por homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria. El fiscal Luis Pizarro, a quien definió como "un mamarracho", lo acusó de ser autor intelectual del crimen y el móvil sería económico.
El hijo de la víctima y del viudo, Facundo Macarrón, regresó al país para apoyar a su padre y declarar como testigo. Lo hizo después de su hermana Valentina. En 2006, se encontraba en Córdoba capital estudiando su carrera universitaria y aquella madrugada del 26 de noviembre aseguró que estuvo en una fiesta del Rotary Club.
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Durante su exposición, recordó que su mamá le dijo que “armara un buen plan para el viernes” porque salía con amigas. Eso le llamó la atención porque, según declaró, Nora Dalmasso era muy solitaria como él.
En el transcurso de la investigación, el joven estuvo imputado por abuso sexual gravemente ultrajante y homicidio agravado por el vínculo. En la escena del crimen, los peritos encontraron el patrón genético del linaje Macarrón. Ese ADN incompleto fue utilizado primero para acusar al hijo de violar y matar a su mamá. En 2012 fue sobreseído.
Sobre esto, lanzó: “Los rumores sobre sus amantes fueron plantados”. Al tiempo que apuntó contra el abogado penalista Daniel Lacase, con quien el viudo compartió el viaje a Uruguay, fue su vocero y hasta defensor en el inicio de la causa. “Fuimos mal asesorados. Lacase tenía interés político”, sentenció.
Tal como lo hizo en otras oportunidades, Macarrón hijo arremetió contra la Justicia de Córdoba, los medios de comunicación y los fiscales. “Hubo mucha violencia de género e institucional contra mi familia. Ni los fiscales ni los medios tuvieron piedad”, consideró. Y agregó: “Fuimos muy manoseados en todo el proceso, nos hicieron bolsa como familia”.
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El diplomático, al igual que lo hizo Valentina Macarrón, sembró dudas sobre el empresario y amigo de la familia, Michel “el Francés” Rohrer: “Con muchos menos indicios, Roher debería estar sentado en el banquillo y no mi papá”.
Sobre el final, rompió en llanto y también Marcelo Macarrón, que lo escuchaba atentamente: “Mamá era el soporte emocional de todos, mío, de papá y de mi hermana”. Por eso pidió empatía. “Somos los hijos de Nora, a mamá la mataron de una manera cruel”.
Y cerró: “Necesitamos un poco de paz, un poco de justicia, necesitamos curarnos estos años que han sido de mucho dolor”.