El cuerpo de Cecilia Strzyzowski aún no aparece y restan estudios para saber si los huesos hallados le pertenecen. Desde la cárcel, Marcela Acuña, la esposa de Emerenciano Sena y una de las sospechosas por el femicidio, escribió una carta y apuntó contra su propio hijo, César, como autor del crimen.
Acuña acusó al “partido judicial y a los radicales de armar una causa” y sostuvo que ella y su esposo están presos siendo inocentes porque no hay pruebas que los incriminen. “Una cosa es el femicidio de Cecilia, repudiable desde todo punto de vista”, comenzó escribiendo.
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Y siguió: “Otra es querer inculparnos desde una fiscalía que sin pruebas nos tiene no solo encerrados, paseándonos como trofeos con esposas como delincuentes, sino que nos mete en una causa con una carátula que no se sostiene hacia nosotros con pruebas, solo con supuestos”.
En la misma carta, la suegra de Cecilia declaró que su hijo es el autor del crimen: “¿Por qué, si fue César (mi hijo) responsable, nos incriminan a nosotros?”. “Creo que por muchos motivos, principalmente la grieta que vivimos como patria, nosotros somos parte de una generación nueva junto a Emerenciano”, expresó sobre el trabajo político que realizan como familia desde la agrupación.
En ese sentido, sostuvo que tanto ella como Emerenciano Sena dieron “dignidad junto a un proyecto nacional y popular que nos permitió hacerlo, no solo a nosotros, sino a cientos de dirigentes que iniciaron mirándonos en el camino de la autogestión”.
Siempre desde la línea política, Acuña insistió en que la Justicia encontró cómo “atacar en serie a Emerenciano, a lo que él significa, y a Capitanich”. Y aseguró que fue “en un escenario electoral donde lo que tienen son los grandes medios a su favor y una justicia de calzoncillos flojos que, influenciados por los grupos económicos que manejan los grandes medios, no dudó en encerrarnos y prenderse a los desmanes del falso periodismo, sumado a las redes ilícitas de difamación”.
“Los radicales tomaron el dolor de un pedido por bandera política, mezclando todo y dando mucho para que se tergiverse los medios”, expresó y remarcó: “A esto se sumaron los que responden directamente a la matrícula ideológica de los dictadores militares, portales truchos que siempre en nombre de la patria anhelan matar de alguna manera a nosotros, 'los negros'”.
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A su vez, dijo que Emerenciano Sena y ella no tienen voz y están privados de la libertad, lo que los convierte en “socialmente culpables”. Y enumeró las razones por las que, según ella, fueron condenados por la sociedad: “Por ser piqueteros, por haber tenido a mi padre, por razones políticas, por haber levantado la bandera cubana con la argentina, por amar a un caudillo rojo (Emerenciano), por haber hecho Emerenciano más de 400 casas y estamentos públicos, por haber creado bibliotecas, centros de recreación, y tanto más”.
“Todo esto nos hace culpables, clan, mafiosos para la justicia y para aquellos oportunistas que creen que van a volver a gobernar la provincia, y que con el encierro a Emerenciano y la exposición pública van a ganar y gobernar”, insistió la esposa de Sena.
Por último, remarcó la inocencia tanto de ella como de su esposo: “Somos inocentes y aquellos que actúan con malicia, que Dios los perdone, han generado mucho dolor y eso todo Dios ve. No se usa el dolor ajeno para posicionarse en una sociedad que cree en los medios de comunicación”.
A la carta, que tenía la extensión de dos hojas, la cerró expresando que sigue con su “huelga”. “Libertad a Emerenciano. Domiciliaria ya”, finalizó en referencia a las definiciones que tomó la fiscal del caso, que no les dio la prisión domiciliaria.